Nº 276: Espiritualidad y humanización

Acaba de publicarse el último número de Iglesia Viva con el tema monográfico: Espiritualidad y humanización. La actualidad del tema y el enfoque del número lo expresa así su coordinador Luis Aranguren en la Presentación

 

Constatamos un anhelo de espiritualidad en muchas gentes que se vierte en depósitos de sentido y en expresiones plurales, ya sea en el interior de las grandes religiones o en búsquedas espirituales fuera del marco religioso. Por un lado, ciertamente, asistimos con cierta perplejidad al auge de una espiritualidad sin Jesucristo ni evangelio que se pone en marcha desde un cierto postcristianismo. Por otra parte, estamos convencidos que lo mejor del cristianismo está por venir y que vendrá desde la asunción de la espiritualidad de Jesús, que ayudará a configurar una Iglesia en salida y en un mundo centrado en los valores del Reino de Dios.

Sin pretender hacer de la espiritualidad cristiana una oferta de consumo, vemos necesario reflexionar sobre las características de una espiritualidad cristiana a la altura de nuestro tiempo, que se implique y dé sentido a los nuevos procesos de humanización en nuestro mundo.

[A continuación, en la presentación, se va describiendo el Sumario del número, que es este:]

EDITORIAL

Crisis civilizatoria. Consejo de Dirección de Iglesia Viva

 ESTUDIOS

  • Hacia una espiritualidad humanizada. Ramón Rosal Cortés
  • Espiritualidad humana,espiritualidad de JesúsAngela Volpini
  • Cristianismo, humanismos y espiritualidades en transición. Joaquín García Roca

 CONVERSACIONES CON…

  • Laurence Freeman, benedictino. Maria del Mar Albajar Viñas
  • Ivone Gebara, teóloga. Neus Forcano i Aparicio

 A DEBATE

  • Recordando el Mayo del 68 con visión de futuro. Neus Forcano i Aparicio

 SIGNOS DE LOS TIEMPOS

  • In memoriam: José María Setién y José María Rovira. Joaquín Perea y Antonio Duato
  • Camino a camino. Antonietta Potente
  • Ser quien soy. Lídia Pujol
  • La danza contemplativa en el camino espiritual. Mª Victoria Hernández Alcaide
  • La educación de la interioridad. Elena Andrés Suárez
  • ‘Acuerpar’ la espiritualidad de los cuidados. María José Torres
  • La sed de quienes vienen a la hospedería. Monjas Trinitarias de Suesa
  • El diálogo para un mundo global. Tíscar Espigares
  • Montesclaros y la memoria espiritual. Montserrat Escribano
  • Capitalismo y democracia. José Ignacio González Faus
  • La Red Global de Católicos Arcoíris. Enric Vilà i Lanao
  • ‘Caras y lugares’ de Agnès Varda. José María Monzó

PAGINA ABIERTA

  • Adentrarse en la espesura… y comprar melones. Etty Hillesum (1914-1941) y Luis Aranguren.
  • Páginas abiertas Iglesia Viva. Antonio Duato

 LIBROS

  • ‘La sociedad adquisitiva’ de H. Tawney. Carlos García de Andoin

[Y acaba la presentación del número con este importante párrafo final:]

Para terminar, por su importancia, destacamos la Declaración del Consejo de Iglesia Viva que sigue como EDITORIAL a esta presentación y que hemos titulado “Crisis civilizatoria”. En ella mostramos nuestro análisis respeto al alcance de la crisis global que padecemos, encabezada por la crisis económica, de carácter estructural y no coyuntural, el futuro insostenible de un progreso gobernado por un capitalismo depredador y excluyente, y las propuestas alternativas emergentes que, por su importancia, se conforman como necesarias, viables y urgentes.

[Intentamos, según nuestro lema, ser fieles al realismo crítico y al Espíritu de Jesús de Nazaret. Comentar aquí, la impresión general del número y los diversos artículos. Gracias. IV]

One comment on “Nº 276: Espiritualidad y humanización

  1. JUAN A. VINAGRE OVIEDO 7:34 pm 11 Mar,2019

    Leo con interés la revista IVIVA, y muchos artículos merecerían un comentario agradecido, por lo iluminadores que son. Hoy me atengo al titular del último número 276:  ESPIRITUALIDAD Y HUMANIZACIÖN. Me parece un acierto esta asociación, que da para una reflexión detenida. Porque veo esas dos palabras como inseparables, palabras que se demandan tanto que me parece que hay una correlación positiva entre ambas: A más humanización, más espiritualidad; a más espiritualidad, más humanización…

    Y esto me lleva a ampliar la reflexión y a preguntarme si en nuestra situación evolutiva actual en muchos aspectos no estaremos más bien en la fase evolutiva más propia de los HOMÍNIDOS  -repásese la historia moderna y sus estructuras sociales-. Llamamos a nuestra fase evolutiva más próxima a nosotros “Edad Moderna” y “Edad Contemporánea”, pero ¿es verdad que estamos a esa altura de progreso humano que nos hemos dado?  Porque cuando uno recuerda la historia de la humanidad del siglo XX  -y también el camino que lleva el XXI-, ¿de verdad que nos podemos considerar humanos HUMANIZADOS?  En pequeños grupos, muy minoritarios, quizá sí; pero en la sociedad humana como tal creo que todavía persisten muchos rasgos de comportamiento y de valores más bien propios de los homínidos. En conjunto, nuestra madurez como especie se halla aún lejos de una auténtica humanización. Por eso tantos valores dominantes, demasiado pobres y egocéntricos; por eso nuestra convivencia humana deja tanto que desear; por eso el escaso reconocimiento práctico de la dignidad de la persona humana; por eso discernimos tan mal frecuentemente; por eso tantos ídolos a los que damos culto, culto necio; por eso se interpreta tan mal lo sagrado y, como al ser humano, también utilizamos lo sagrado a veces tan obscenamente…

    Como mucho, estamos comenzando  -¿desde hace dos-tres-cuatro  mil años? a humanizarnos, con un ritmo de desarrollo en humanización lento, demasiado lento. Estoy convencido que a medida que el hombre se humanice, se centrará más en valores del espíritu, será interiormente más espiritual, porque en lo espiritual se encuentra la verdadera fuente de los valores humanizadores, que elevan al ser humano… Y esto ocurrirá si el homínido que todavía llevamos con nosotros no frustra esa tarea de humanización.

    Espero que -aunque me matice- no se sorprenda nadie con lo que digo, pues parece muy obvio. De nuevo, recuérdese la historia del siglo XX y XXI, y la marcha de desarrollo que llevamos…

    Esto es aplicable a la Iglesia y a las religiones en general: Necesitamos más humanización, más profunda humanización, para poder acceder a los valores más espirituales, y a entender mejor la misma religión, sin deformaciones… Y en este sentido las religiones tienen un papel importante de humanización y de crecimiento en una espiritualidad auténtica, que dignifique al ser humano, no que lo domine o utilice… La vida interior es cultivo humanizador espiritual, y en cuanto humanizador es cultivo de la solidaridad, del sentido de grupo, es compromiso solidario, compromiso que no descarta el disfrute razonable y lúcido de la vida.

    Estas reflexiones me llevan a recordar la parábola de Jesús de Nazaret: Venid, benditos…  Y también las palabras de Juan de la Cruz: A la tarde serás examinado en el amor, en la solidaridad… En este sentido, una nueva sociedad  -y una nueva Iglesia- está por venir…

    ¿Cuándo las fuerzas tradicionalistas conservadoras, inmóviles, y sus valores “humanos”

    -frecuentemente más bien propios de homínidos- nos dejarán ver esa sociedad nueva y esa religión nueva?  El mensaje de Jesús de Nazaret aporta mucho en este sentido.

     

     

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