Honorio Cadarso es un lector crítico de Iglesia Viva. Como lo demuestra con esta nota que nos ha enviado tras la lectura del último número. Así quisiéramos que reaccionasen nuestros lectores y que cada número fuera una invitación a un debate con plena libertad crítica. A ello invitamos una vez más a nuestros lectores. Ese sentido tiene este blog que debe continuar lo publicado en los números trimestrales.
- Por la misma razón que los gnósticos y heresiarcas figuran en la historia del catolicismo, el laicismo o agnosticismo del mundo árabe debería estar presente en todavisión del Islam.
Hay un impulso laicista sobre el Islam en el final de la primera guerra europea con Kemal Ataturk. Hay un segundo impulso fortísimo con la segunda guerra mundial y la vecindad de la Unión soviética. En las vísperas de la llegada del Ayatolla Jomeini al Irán, con el declive del poder del Sha, se produce una literatura y una evolución del pensamiento hacia posturas más laicistas. Y no solo en Irán, porque la presencia francesa opera ese mismo movimiento en Siria, Irak, Palestina. En ese momento surgen poetas como la iraní Farugh Ferrojzad o el palestino Marhmud Darwish, que combina acentos religiosos islamo-cristianos con otros netamente marxistas. Y en Siria surge el pensador y escritor Adonis. Y en la diáspora árabe sobre Occidente surgen también corrientes de pensamiento muy variopintas.
En el plano político, Nasser congrega alrededor de su prestigiosa figura la RAU, República árabe unida, que se acoge a las ayudas de la Unión Soviética y a una política de separación de la iglesia y el estado.
En Marruecos, Ben Barka capitanea tendencias izquierdistas muy poco relacionadas con el Islam.
O se producen las Primaveras árabes con un guión ligeramente marcado por motivaciones religiosas y otros acentos diferentes agnósticos. Hoy, valdría la pena estudiar hasta qué punto y en qué proporción las poblaciones árabes que han emigrado a Occidente son fieles al Islam o pasan olímpicamente de los preceptos relativos al consumo de carne o ingestión de alcohol, cuántos acuden a las mezquitas con regularidad…
Resulta un tanto extraño que los fieles musulmanes puedan soportar discursos sobre el fuego del infierno como los que se escuchan en mezquitas de todo el mundo…
Todos estos datos están silenciados en el número de Iglesia Viva.
Sería muy oportuno asimismo investigar, de la mano de Adonis, hasta qué punto en la primera época de la Edad Media el agnosticismo era respetado y se extendía entre los pensadores árabes.
- Habría que profundizar también en la relación o en las diferencias entre la fe musulmana y la cristiana.
Desde un ángulo de visión, podría parecer que el Islam en el pensamiento de Mahoma beber de las fuentes del nestorianismo y del arrianismo, especialmente en su concepción sobre el Jesús del evangelio. El Dios del islamismo tiene muy poco de padre, mucho menos de hermano del ser humano e Hijo del hombre. Y en esa misma medida se acentúa la lejanía de Dios y el hombre y se diluyen los derechos y la dignidad del ser humano frente a su Creador. Y quizá también el encargo que Dios dio al ser humano de cuidar del universo que es su casa…
- Una iglesia al encuentro del Islam
La pastoral que esboza el obispo de Tánger, la teología y pastoral sugerida por la figura de Pepe Rodier, el texto de González Faus o el discurso del Papa Francisco a los Movimientos Populares se mueven en una concepción de la presencia y las relaciones de la Iglesia con el mundo actual sobrenadando un romantiscismo religioso y una ausencia de compromiso y esfuerzo redentor quizá alarmantes.
Nos movemos en todos estos escritos en una actitud contemplativa, de oración, en diálogo con un Dios al que suplicamos que remedie nuestros males con su Poder omnipotente, en el que confiamos, al que estamos esperando con las lámparas sin aceite, como las vírgenes imprudentes, y con las manos cruzadas.
¿Dónde está aquella tensión de los discípulos que recogían pan y peces para alimentar en el desierto a cinco mil personas? ¿Y que previamente sugerían a Jesús con qué recursos se podría contar en aquellas circunstancias?
¿Vale la pena destacar la actitud de Francisco de Asís que arde en deseos de sufrir martirio de la mano de los musulmanes, tal como hace el obispo de Tánger, o sería mejor implicarse en una lucha por los derechos humanos como un ciudadano más del Marruecos actual, al estilo de Ben Barka?
“Dímelo hilando” aconseja un refrán castellano. Los creyentes cristianos, o bien hacen una política rabiosamente capitalista, incluso enfangándose en la corrupción más atroz y el latrocinio sistemático sobre los bienes comunes, o bien se encierran en sí mismos mirando solo a salvar su propio pellejo.
Hay una dinámica de implantación del Reino de Dios en la tierra, de construcción de la ciudad terrenal, una política positiva y saneadora que surgen el universo ajeno al neoliberalismo y a Occidente, que está llevando a la India y a China sobre todo a un nivel de crecimiento del PIB del 8% y 9% anual, a una lucha encarnizada contra el cambio climático y la contaminación ambiental, a unas fórmulas de comercio internacional mucho más equitativas. En la China el nivel de empleo alcanza a dar ocupación al 96% de la población, en Occidente tenemos a África entera en paro, financiamos la guerra con muchísimos de nuestros recursos, arrojamos a la hambruna y la muerte a 800 millones de seres humanos, o a morir ahogados en el Mediterráneo, mientras les expoliamos y les robamos todos sus recursos naturales.
Pero no, sistemáticamente los creyentes cristianos vuelven la espalda a esa dinámica de fuera del universo neoliberal, como si no existiesen ni la China ni la India, o se extasían ante la religiosidad y ausencia del mundo de los fakires, brahmanes y gentes religiosas de la India, o de las masacres de los empresarios occidentales sobre las mujeres trabajadoras textiles del sudeste asiático.
Pero no nos sentimos responsables de esa situación, la lamentamos con lágrimas de cocodrilo, hacemos literatura, llevamos barquitos de vela al Mediterráneo para salvar a unos pocos de ahogarse…Nos sacamos de la manga Cruces Rojas, ONGs redentoras, Médicos sin fronteras…
Estaria de acuerdo con el autor. De que no es igual el turco Kemal Ataturk que el actual “islamista moderado” Recep Tayyip Erdogan pero a este, lo han elegido los turcos. Luego la laicidad de Turquía queda en entredicho.
El mundo islámico está dentro de una botella con tapón. Y el tapón es la legislación etc. emanante presuntamente del Corán. Mientras no salte el tapón por los aires, el laicismo de algunos, por relevantes que sean, será meramente anecdótico. Porque la gran e inmensa parte del pueblo, sigue condicionada por una religión que los asfixia.
Otra cosa:
Y dale con que “ se extasían ante la religiosidad y ausencia del mundo de los fakires, brahmanes y gentes religiosas de la India.”
Los fakires brahmanes y gente religiosa de la India, están en el mundo y actúan en el mundo, no se pueden escapar de este mundo.
La religiosidad de la India, lo que ocurre es que pone el énfasis en primero despertar del sueño en el que estamos la inmensa mayoría, y después automáticamente, con nuestro actuar espontaneo seremos mil veces más eficaces en paliar el sufrimiento y dolor del mundo.
Mientras te iluminas o no. Repito. Como estás en el mundo, no te puedes zafar de actuar. Y siempre cada cual actúa según su nivel evolutivo. Según su vibración de consciencia.
Es mejor el cristianismo. ¿No?. Gente arrastrando sus miserias, con un voluntarista volcarse hacia afuera para ayudar, muchas de las veces, de un modo hipócrita.
“D’on no hi ha no raja” (donde no hay no mana). Que puede ofrecer al mundo? un pobre pecador. Que “no es digno de que Dios entre en su casa…”