En su intervención –que se puede escuchar en otra entrada de este blog– Antonio Ariño, Vicerrector de Cultura y Igualdad de la Universitat de València, empezó diciendo que, buscando el porqué del título había ido a leer la Presentación del número 1 (1966). Allí no encontró que el nombre fue sugerido por Pedro Casaldáliga, entonces claretiano y amigo del primer director Fernando Sebastián. Lo mismo que el diseño gráfico fue obra de otro compañero, también famoso después: Maximino Cerezo.
Pero lo que encontró Antonio Ariño en aquella presentación que todos deberíamos leer, es la cantidad de veces que aparecen los términos vida, vital y vivir: 20 veces. Lo más sorprendente es cómo retrataba esta declaración inicial de Iglesia Viva las dificultades que preveía para que el verdadero espíritu del Vaticano II penetrase en nuestra sociedad y en nuestra Iglesia.
En la Iglesia de entonces esta presentación ve “un modo de vida fuertemente retraído de todo lo que no es eclesiástico, reforzado con unos mecanismos de recelo y de defensa que la historia se ha encargado de desarrollar”. Y no es de extrañar que el Concilio encuentre resistencias en lo más profundo: “Los que habían imaginado una Iglesia del todo hecha y perfecta, a medida de nuestra pereza, han sufrido una grave conmoción ante el fenómeno de un Concilio”. ¿Y qué pasa en la Iglesia de hoy ante las propuestas renovadoras del papa Francisco?
Claro que hay que confiar en que la renovación depende del Señor, pero ya los que iniciaron Iglesia Viva advertían en su primer número: “pero esta asistencia misericordiosa del Padre que, en Cristo y por el Espíritu Santo, conduce nuestras vidas hacia su propia plenitud, no se abre camino normalmente en nuestra existencia sino empapada en una compleja fronda de ideas, sentimientos e impulsos que dependen en gran parte de nuestro medio vital, de las personas con quienes vivimos y que influyen en nosotros“.
Ante la nueva etapa que comenzará Iglesia Viva en su cincuentenario que coincide con el de la clausura del Vaticano II, el renovado Consejo de Dirección de Iglesia Viva quisiera que todos los antiguos y recientes lectores de Iglesia Viva y de su blog, contestaran a alguna de las preguntas que ya formulábamos hace unos días otra entrada.
- ¿Cuándo conociste por primera vez a Iglesia Viva? ¿qué ha significado para ti en la evolución de tu vida?
- ¿Recuerdas algún número, algún tema o autor o alguna época que te impactaron más?
- ¿Qué piensas de la misión de Iglesia Viva en esta nueva etapa?
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