Francisco José Fontecha Inyesto ha descansado en paz a los 83 años, en su ciudad de León, muriendo de repente, mientras preparaba la clase de filosofía que seguía dando a los seminaristas que acudían a su residencia y que estaban encantados por la lucidez crítica y la sabiduría de su profesor.
Paco estudió en Salamanca (Filosofía), Roma (Teología) y París (Tesis monumental sobre Emmanuel Mounier. Fué profesor de Teodicea y Ética en Salamanca, León y Castellón. También durante algunos años se incorporó al equipo del Instituto Fe y Secularidad en Madrid.
Tenía amigos en todas partes y fue un animador de muchas reuniones y acciones en los años 70 para defender la línea conciliar, sobre todo de la Asamblea Conjunta de 1972.
Perteneció al Consejo de Dirección de Iglesia Viva veinticinco años, de 1972-1997. Es interesante ver pa página de HISTORIA DEL CONSEJO.Pero ya desde 1966 acompañó al Consejo de fundadores dada su antigua amistad con Setién y Belda sobre todo. Consiguió para la revista suscriptores y benefactores en época de multas gubernamentales obre todo. Escribió aquí 13 importantes artículos que quedan reseñados y disponibles en este enlace: Artículos de Paco Fontecha en Iglesia Viva.
¡Descansa en la paz del Señor, Paco, tras una larga vida de combate y sufrimiento, que fue culminando en paz en los últimos años, acompañado por el cariño y atención de tus amigos y amigas, entre los que se encontraban tus alumnos para quienes seguías cada día preparando perlas de lucidez y sabiduría!
De todos los profesores que a lo largo de mis estudios conocí primero en el Seminario de Astorga (1957-66) después en Salamanca (1966-67), mas tarde en Madrid (1967-69) y finalmente en Valencia (1969-70) fue con gran distancia D. Francisco quien mas hondo caló dentro de mi, quien recuerdo con mayor admiración por enseñar con enorme preparación y gran sabiduría las clases de Etica que nos impartía pero sobre todo por vivir y hacer carne de su carne y sangre de su sangre lo que nos enseñaba y ademas, a pesar de todo esto, sin engreimiento alguno. Un compañero fue a visitarlo a León desde Astorga desde donde venía cada día a darnos clase y a través de este amigo recibí de el siguiente mensaje: dile a Buenaventura que yo no soy Dios y que nos soy digno de la admiración que me profesa, que soy sólo un profesor de Etica.-
Gracias, Buenaventura, por tu comentario sobre quien fue compañero y gran amigo, Paco Fontecha.
Es de noble ser agradecidos. Y cuando un alumno recuerda así a su profesor, está proclamando la nobleza y grandeza de los dos.
Me tienea a tu disposición en http://www.iviva.org y http://www.atrio.org
Conocí al profesor Fontecha en el Colegio Mayor de la Pontificia en Salamanca, el Hispano. donde me alojé en mis años de estudiante, 1975-1981. Compartir la mesa, sala de televisión, sala de juegos, lectura, etc., con los profesores que allí residían durante la mayor parte del curso fue un privilegio. Junto con el profesor Fontecha, por citar algunos que también compartían con nosotros -los colegiales- mesa y mantel, sobremesas de mus (o también pumba), J.M. Mújica, J.I.Tellechea, J.M. Garijo, R. Flecha…
Al leer la noticia del fallecimiento del profesor Fontecha he sentido emoción y la necesidad manifestar mi reconocimiento y agradecimiento a los profesores que eligiendo convivir con un grupo de estudiantes, se relacionaban con nosotros de manera próxima y coloquial, ofreciéndonos su testimonio y conocimientos de forma totalmente desinteresada.
Recuerdo el vozarrón de Fontecha sobresaliendo de cuando en cuando sobre el murmullo de conversaciones durante la comida. Coincidir con él en la mesa era tener asegurado un buen rato de conversación inteligente, ocurrentes ironías y humor socarrón. Descanse en paz.