Ayer, 29 de abril de 2017, se reunió en Madrid la Asamblea General de la Asociación Iglesia Viva. Asistieron, con presencia real o por delegación los 31 socios convocados: los 17 numerarios que forman que forman el Consejo de Dirección y los 14 socios protectores, categoría abierta en los nuevos estatutos para quienes sostienen económicamente la asociación sin participar en los trabajos ordinarios del Consejo.
Se hizo la presentación de los nuevos socios y de la nueva Junta Directiva:
- Presidente: Joaquín Perea
- Vicepresidente: Carlos García de Andoin
- Secretaria: Neus Forcano
- Vocales: José Miguel Rodríguez y Bernardo Pérez de Andreo
Posteriormente la directora de la revista, Teresa Forcades, presentó el trabajo de programación hecho por el Consejo en la reunión de la mañana:
- Números pendientes de 2017, cuya preparación fue revisada y completada:
- 1. 270 2T: Movilizaciones humanas y sus víctimas. (Coordina: Montserrat Escribano)
2. 271 3T: Reforma protestante y libertad. (Coordina: Teresa Forcades)
3. 272 4T: La crisis civilizatoria del postcapitalismo. (Coordina: Sebastián Mora)
- 1. 270 2T: Movilizaciones humanas y sus víctimas. (Coordina: Montserrat Escribano)
- Temas seleccionados para los números de 2018:
- El futuro de Europa y de la Unión Europea a los 50 años del Tratado de Roma
- El diaconado femenino y la renovación de ministerios en la Iglesia
- La revolución industrial 4.0 y la dignidad de la persona en peligro
- Espiritualidad y progreso de humanización
- Otros muchos temas sugeridos pero no seleccionados para temas centrales, irán apareciendo en otras secciones a los lago del año 2018.
Fueron aprobadas las cuentas anuales de 2016 que acabaron con un pequeño saldo positivo, gracias a las ayudas de muchas personas y de las cuotas de los socios protectores. Asimismo se aprobó el presupuesto para 2017 que se espera sea cubierto también en positivo, por las ayudas y cuotas que ya están llegando.
El Gestor de la Asociación, Antonio Duato, informó también de los trámites que se están haciendo para el registro de la misma como entidad sin fines de lucro de interés público y sobre el progresivo traspaso de toda la actividad a la gestión directa por la misma Asociación, dotándola de medios para no depender en todo de una gestora que actúa en su nombre.