La sinrazón de un impostor

La sinrazón de un impostor

XIMO2 Conectado con el tema del último número y con la celebración del cuarto aniversario del papa Francisco, Joaquín García Roca, sociólogo y teólogo, del Consejo de Dirección de Iglesia Viva, nos envía este artículo. Es su contestación a un provocador artículo que le ha herido como pensador crítico y cristiano.

A los cuatro años de su elección como obispo de Roma y pontífice de la Iglesia católica, Francisco ha cosechado todas las máscaras imaginables y los ataques arbitrarios e irracionales de los conservadores tras afirmar que él “nunca había sido conservador”, atreverse a “descalificar al capitalismo como un sistema injusto” y desear “una Iglesia pobre para con los pobres”. Rubén Amón, brillante e inteligente articulista de El País, ofrecía un artículo con el título ¿Y si Francisco fuera un impostor?, en el que le atribuye el oficio de “impostor”, sustentado sobre el incumplimiento de su cargo; de “prestidigitador”, en una sociedad crédula y sensiblera; “papulista” por ser la suya una revolución de las formas y apariencias; “cosmético” por no abordar las trasformaciones de fondo, y “telepredicador” a causa de su excesivo carisma en la comunicación. Nos preguntamos si poseen algún significado real y objetivo, o responden a una época que el autor llama de “percepciones y sensaciones” frente al tiempo de las verdades.